Tutorial de dibujo, composición avanzada, proporción áurea con ilustración de ejemplo

Tutorial de dibujo: composición avanzada

Hace unas semanas compartimos con todos vosotros un tutorial sobre la importancia de la composición a la hora de dibujar, realizado por Dani Alarcón. En ese tutorial, que podéis leer aquí, se habla de la línea de composición y el equilibrio, y cómo pueden emplearse para transmitir diferentes sensaciones y emociones.

En el tutorial de hoy, Dani profundiza sobre la composición y nos detalla técnicas y conceptos para que podáis seguir aprendiendo y mejorando a la hora de darle forma a vuestras ilustraciones.

La composición

 

Componer. El vocablo com-poner se traduce como «poner junto», y esto sería lo que ya mencionamos en el otro tutorial: la composición sería la forma de buscar que las diferentes partes del diseño (tanto la figura en sí como los volúmenes, el color, etc.) se ordenen de tal forma  que dé como resultado una estructura equilibrada.

Para ello podemos basarnos en proporciones matemáticas, donde tendremos una guía para ir ordenando todos los elementos según la intención. Tan importante es la composición que incluso ha llegado a definir el estilo de una época determinada.

Para entender la composición debemos pensar en primer lugar en el espacio. Dependiendo de la obra puede ser bidimensional o tridimensional, aunque en este turorial nos centraremos solo en las dos dimensiones.

Tutorial de dibujo, composición avanzada, figura 2

La forma en que percibimos el espacio está condicionada por la fisiología y psicología, y dependiendo de cómo situemos los elementos (simetrías, pesos, puntos de interés, etc…) nos producirán una sensación u otra.

Todo espacio podemos dividirlo y subdividirlo a base de ejes verticales y horizontales, diagonales, etc., que crearán la estructura sobre la que ordenaremos los diversos elementos.

Tutorial de dibujo, composición avanzada, figura 2

 

Donde se cruzan las diagonales es el punto de equilibrio de las fuerzas, donde nos produce mayor estabilidad compositiva. Si nos desplazamos de ese punto se crea cierta inestabilidad y una tensión visual.

Formato

Una vez entendemos que los elementos irán en una estructura y que esta se adaptará al formato de nuestra obra, es importante, pues, repasar los tres formatos ya normalizados: figura, paisaje y marina, que a su vez también nos crean diferentes sensaciones.

Por supuesto, la elección del formato es personal y bien puede no ser ninguno de estos.

Antes de seguir adelante con el tutorial, me gustaría resaltar cómo funciona el ojo humano, ya que el hecho de fijarnos en un punto nítido y que lo demás parezca borroso cuando lo observamos, sucede porque hacemos una especie de escaneado, desplazando la vista primero por el formato y luego por los elementos colocados en él. El escaneado, al menos en la cultura occidental, sería primero vertical y horizontal, y seguidamente de izquierda a derecha. Todo esto provocado, posiblemente, por nuestro sentido de la lectura.

Los diferentes formatos nos crearán estabilidad, espacio o agobio, entre otros.

Horizontal: estabilidad. Es natural, la forma que más se ajusta a nuestra forma de ver.

Vertical: lo opuesto al anterior. Tendemos a pensar en su parte inferior como la base.

Cuadrado: equilibrio en sí mismo. Recomendado para composiciones centradas.

Redondo (tondo): típico del Renacimiento. Perfecto para simetrías radiales.

También existen otros formatos menos comunes como la cruz, el triángulo, el rombo…

Una vez tenemos el formato decidido, pasamos a los elementos básicos:

El punto: es la mínima representación gráfica. Aun así, nos sitúa en el espacio y de él salen los demás elementos.

La línea: es el desplazamiento de un punto en el espacio y al contrario que el punto nos genera una  dirección. Estas pueden ser verticales, horizontales, rectas, curvas, radiales, quebradas…

El plano: este elemento ya determina dos dimensiones, el largo y el ancho que no tienen el punto y la línea (ésta solo el largo).

El volumen: el recorrido de un plano nos crea un volumen, un largo, ancho y alto que nos sitúa en el espacio.

La forma: es lo que diferencia unos objetos de otros. Las formas más básicas son círculo, cuadrado y triángulo, que en volumen equivalen a la esfera, cubo y tetraedro respectivamente. A partir de estas formas básicas derivarán formas tan complejas como deseemos.

El tamaño: la escala viene condicionada por relación entre los objetos mismos y el entorno.

El color: la elección de un color u otro también condicionará la percepción que tengamos de los objetos, ya que los colores claros tienden a expandir la forma y los oscuros todo lo contrario.

Tutorial de dibujo, composición avanzada, figuras con volumen

 

El equilibrio visual

La forma en que distribuimos los objetos en nuestra composición y la relación entre ellos generará una sensación estable o inestable. Dentro del equilibrio podemos optar por la simetría o la asimetría.

Simetría: los objetos se sitúan en la misma posición en uno y otro lado de un eje vertical central imaginario que divide el espacio en dos.

Asimetría: es justo lo contrario, pero jugando con los diferentes elementos se puede conseguir una composición también equilibrada.

Como ya vimos en el anterior tutorial, en la imagen equilibrada podemos ver un ejemplo de composición simétrica y una asimétrica.

Tutorial de dibujo, composición equilibrada, Dani Alarcón
Ejemplo de una composición equilibrada

A continuación, un ejemplo de una composición no equilibrada.

Tutorial de dibujo, composición no equilibrada, Dani Alarcón
Ejemplo de ilustración no equilibrada.

La sección áurea

En el anterior tutorial  hablaba sobre la regla de los tercios, una forma simplificada de la sección áurea que dividía el espacio en nueve partes iguales y nos daba cuatro puntos de interés donde situar los elementos que queremos destacar para conseguir un resultado atractivo.

 

Tutorial de dibujo de Dani Alarcón, la composición usando la ley de los tres tercios

 

Ejemplo:

Tutorial de dibujo de Dani Alarcón, la composición usando la ley de los tres tercios

Los pensadores de la  antigüedad observaron un patrón matemático que se repetía en la naturaleza, por ejemplo, en el crecimiento de las hojas o en la espiral de una caracola, y por lo tanto cualquier imagen que encaje en este patrón la vemos de una forma natural y bella.

La sección áurea, o divina proporción, es un número irracional basado en la sucesión de Fibonacci, descubierto por un matemático italiano llamado Leonardo Pisano, o Fibonacci, en la que a través de una secuencia numérica infinita la suma de dos números consecutivos da el siguiente… 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21 (1+1=2, 1+2=3 y así sucesivamente).

Tutorial de dibujo, composición avanzada, proporción áurea

Para explicarlo de otra forma más gráfica, esta divina proporción se basa en un rectángulo que se repite cambiando su tamaño y girando alrededor de sí mismo. Uniendo los vértices opuestos de cada uno de ellos conseguimos una espiral, y este patrón se encuentra en cualquier estructura natural.

Tutorial de dibujo, composición avanzada, proporción áurea con ilustración de ejemplo

Conclusión

Espero que estas bases teóricas os sirvan para experimentar y mejorar vuestras composiciones. De todas formas, aunque la imagen que queramos componer no se adapte o no siga la divina proporción, no quiere decir que no pueda ser bella, pero no está de más tener en cuenta estas proporciones a la hora de ponernos a trabajar 🙂

Si os ha gustado este tutorial, os animamos a ver algunas de las muchas obras de Dani Alarcón, como sus libros Penumbre y Rara Avis, o la adaptación del cuento clásico La Bella y la bestia.

La bella y la bestia, cuento clásico ilustrado por Daniel Alarcón

La entrada Tutorial de dibujo: composición avanzada ha sido publicada en el Blog de Ediciones Babylon

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